Diseño oficina, sede de Vitale

Proyecto de interiorismo de oficinas en Castellón

Proyectamos nuestra sede en un espacio que dialoga con el pasado en busca de la simplicidad, la autenticidad y los orígenes. El diseño de las oficinas habla de la manera en que entendemos y enfocamos nuestro trabajo. Vitalizar espacios es para nosotros extraer lo significativo, lo valioso y lo esencial con el objetivo de fortalecer, regenerar, transformar e impulsar una nueva concepción de lo existente.

El estudio se ubica en el casco histórico de Castellón, en un edificio historicista de 1947 construido por el polifacético Bernat Artola, poeta y apasionado de las artes, que tuvo en este edificio su estudio taller. La reforma de oficina rescata la esencia de la construcción original y aporta una nueva mirada: funcional, abierta y luminosa.
Con una superficie de unos 80 m2, la distribución de la oficina se desarrolla en 3 áreas: trabajo, presentaciones y descanso. El punto de partida es una vivienda en origen muy compartimentada en la que se eliminan todos los elementos no estructurales para generar continuidad de espacios abiertos a la luz natural.

Con el objetivo redescubrir los elementos existentes (las paredes de ladrillo macizo, las vigas de madera o la carpintería interior) se eliminaron las capas de pintura y yeso que los ocultaba, pero sin tratar de reparar los defectos ni las cicatrices que narran la verdadera historia del espacio.
Se restauran y rehabilitan los techos de revoltón tradicional de 3,40 m de altura para convertirlos en elemento protagonista del proyecto mediante foseados de iluminación indirecta que enmarcan las vigas en grandes figuras geométricas.
Se realiza una intervención de rehabilitación y refuerzo de la estructura mediante una capa de compresión con vertido de losa de hormigón. En gran parte de la oficina se opta por pulir el hormigón para lucir el árido y dejarlo como pavimento en uso.

La zona de entrada recupera la baldosa hidráulica original preexistente de diseño triangular (conocido como “pañuelo”) colocada siguiendo un patrón geométrico tradicional en blanco y negro. Un gran elemento de mobiliario con zocalada espejada parece levitar sobre la alfombra de hidráulico. Se trata de un gran contenedor con servicio a 3 caras que va separado del techo para proporcionar continuidad espacial, da paso a la zona de trabajo y oculta la zona de impresión.

Para incrementar el confort acústico y térmico en la zona de trabajo se ha utilizado moqueta técnica, que también remonta una pared y sirve como recubrimiento del plano inclinado en el que Vitale diseña los moodboards de sus proyectos. Es la protagonista de una gran pieza de mobiliario con estanterías auxiliares que contienen la biblioteca de materiales y catálogos del estudio.

La zona de reuniones y presentaciones juega con las escalas y los acabados para conseguir un espacio imponente y refinado. Es un espacio de estética museística y teatral destinado sumergir a los clientes en su proyecto. La sala tiene un diseño envolvente en el que el diseño de la mesa de reuniones y el techo quedan acompañados por una espectacular cortina de terciopelo de 17 metros de longitud que oculta las esquinas de la estancia. La puerta corredera de vidrio ahumado y la cortina permiten cerrar completamente el espacio para controlar la iluminación y la acústica durante la proyección de las presentaciones.

Detrás de la arcada toma protagonismo un gran ventanal decorativo de carpintería que ha sido restaurado con vidrios acanalados. Da paso a una zona de descanso multifuncional (para tomar un café o recibir a proveedores) que puede abrirse por completo al exterior a modo de terraza gracias a un cerramiento de vidrio plegable. Un pequeño office y un aseo completan la distribución de la oficina.
El resultado es el diseño de una oficina pequeña pero muy funcional y acogedora, que hace valer el potencial de lo preexistente, que recupera su esencia evocadora y serena con honestidad y coherencia. Un espacio inspirador y vital.

Antes y después

El espacio original es una vivienda en origen de 1947 de apenas 80 m2 con una elevada cantidad de estancias que se eliminan para conseguir espacios abiertos y luminosos.
Los elementos existentes (las paredes de ladrillo macizo, las vigas de madera o la carpintería interior) se restauran junto con los techos de revoltón tradicional. Tan solo se bajan los techos en el baño y en el office para ocultar los conductos del aire acondicionado. Se trasdosa gran parte del perímetro para mejorar el aislamiento y facilitar el paso de las instalaciones de fontanería, electricidad y redes.
La rehabilitación y refuerzo de la estructura se hace con capa de compresión con vertido de losa de hormigón, que queda como pavimento en uso.

Proyecto de Interiorismo y Diseño: Vitale
Fotografías: Vitale